Pulpectomía

Es muy habitual que el odontólogo pediátrico comunique a los padres de un niño con problemas dentales que es necesario realizar una o varias pulpectomías.

La primera reacción parental es de susto o angustia, ya que la palabra en sí misma parece apuntar a una intervención dental de gran envergadura. Sin embargo, una pulpectomía no deja de ser una operación de lo más rutinaria para cualquier dentista pediátrico.

Qué es una pulpectomía

La intervención consiste en la extracción de la pulpa del interior del diente de leche y del nervio dental. Es decir, es una operación totalmente emparentada con las habituales endodoncias que se practican en las personas adultas. De hecho, no es incorrecto denominarla endodoncia infantil.

Tras la extirpación de pulpa y nervio dental, en nuestra clínica dental de Pinto, se procede a la reconstrucción de la parte dañada del diente de leche, a fin de mantener la funcionalidad masticadora del niño y evitar el perjuicio estético.

Objetivos

Al realizar una pulpectomía se pretende evitar que el niño sufra las molestias derivadas del deterioro de las piezas dentales: dolores, sensibilidad a alimentos fríos o calientes e infecciones dentales recurrentes.

La pulpectomía permite que el niño pueda utilizar todos sus dientes sin sufrir limitaciones hasta el momento de su caída natural.

Además, se minimiza la posibilidad de que la dentadura definitiva brote desalineada, un hecho muy habitual cuando se realizan extracciones prematuras de piezas dentales de leche.

¿Cuándo es necesario realizar una pulpectomía?

El caso más habitual es el de dientes o muelas de leche con caries muy avanzadas en las que el nervio ya ha sido afectado.

Pero también pueden realizarse pulpectomías en dientes que han sufrido fisuras traumáticas e incluso fracturas parciales. En estos últimos casos el odontólogo infantil puede valorar la idoneidad de completar el tratamiento con una carilla, al objeto de ocultar a la vista la fractura o fisura.