Desde bien pequeñitos nos educan para que nos lavemos los dientes después de cada comida y si esto no es posible, al menos tres veces al día. Pero…
¿sabemos realmente cuál es la técnica adecuada para cepillarse los dientes?
En muchas ocasiones, los pacientes que llegan hasta nuestra Clínica Dental en Pinto con problemas de caries, nos comentan que su higiene bucal es la correcta, que siempre se lavan los dientes. Sin embargo, esto no es suficiente, los restos de comida se acumulan entre las piezas dentales y si no las eliminamos de la forma correcta, por mucho que nos limpiemos la boca, estos restos permanecerán, llegando al estado de putrefacción y generando caries.
Por eso queremos que conozcas la técnica adecuada, recuerda que la base de la prevención de patologías dentales es siempre mantener una higiene dental impecable.
Siempre es mejor lavarse los dientes con un cepillo eléctrico
Nuestra primera recomendación es que utilices un cepillo eléctrico en lugar de uno manual, ya que arrastra con mucha más efectividad la placa dental, las bacterias y la suciedad y por tanto la limpieza siempre es mucho más segura.
Habrá que colocar el cepillo de dientes formando un ángulo de 45° con las encías y moverlo suavemente, sin apretar contra las piezas, de adelante hacia atrás, cubriendo la totalidad de los dientes.
No podemos olvidar el uso de la seda dental y los cepillos interdentales
Los dientes no solo se ensucian por la parte visible, también es importante limpiarlos por la parte interior y por puesto por las muelas con especial intensidad, ya que, en esta zona, por ser de difícil acceso, acaba acumulando mayor suciedad. Para limpiarlas, habrá que inclinar el cepillo en sentido vertical y realizar varios movimientos arriba y abajo.
Para completar la limpieza de los dientes tendremos que usar a diario la seda dental y los cepillos interdentales que arrastrarán la suciedad en las zonas a las que no llegan las cerdas del cepillo. De este modo ayudaremos a eliminar la placa y las partículas de alimentos que se acumulan entre los dientes y bajo la línea de las encías.
Tampoco podemos olvidar la lengua, en esta zona también se acumulan las bacterias y es imprescindible eliminarlas para mantener un aliento fresco.
Para finalizar con la limpieza, utilizaremos un colutorio, adecuado a las características de nuestra boca y nos enjuagaremos para terminar de arrastrar cualquier resto o bacteria tras la limpieza.
Si mantenemos esta rutina a diario y cada seis meses acudimos a la consulta del dentista para realizarnos una limpieza profesional, conseguiremos prevenir y evitar numerosos problemas dentales.
Te recordamos que puedes solicitar tu primera cita gratuita en el teléfono 912 27 44 33.