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Nuestros expertos odontólogos siempre hacen lo posible para que la extracción de una pieza dental sea la última solución a los problemas de nuestros pacientes, sin embargo, no siempre es posible y esas piezas requieren de una sustitución, no solo para mejorar la estética dental sino para favorecer la salud en general, ya que la escasez de piezas dentales puede llevarnos a futuros problemas de deglución y por tanto a patologías gástricas. Sin contar con el desplazamiento del resto de los dientes intentando cubrir el hueco que se ha producido.
Existen diferentes tipos de implantes dentales, se trata de una estructura de titanio o zirconio en forma de tornillo que se introduce en el hueso maxilar (dientes superiores) o en el hueso mandibular (dientes inferiores), para sustituir los dientes o molares que faltan.
Si ha pasado mucho tiempo desde que el paciente ha perdido la pieza, el hueso sufre un proceso de reabsorción (se pierde en su mayoría). Cuando esto sucede, el paciente no cuenta con la cantidad suficiente de hueso y es necesario realizar un injerto de hueso para colocar el implante.
El procedimiento de injerto de hueso, es la forma más habitual y simple de realizar este tratamiento. Colocando un injerto óseo sintético, en forma de polvo, alrededor del implante en el momento en el que se realiza la cirugía dental.
Para evitar que esto suceda en nuestra clínica dental en Pinto, Dental Suite, cuando extraemos una pieza, preferimos adelantarnos a este paso y rellenar en ese mismo momento el hueco para evitar la reabsorción del hueso y no tener que realizar un injerto en el momento de colocar el implante dental.
Las férulas se realizan a medida con una resina acrílica transparente, resistente y que se colocan en la arcada superior o inferior (en función de cada caso y sus necesidades), que ayudará a alinear la mandíbula en posición de reposo, evitando contracturas y el desgaste de la articulación y las piezas por bruxismo. En Clínica Dental Suite Pinto, recomendamos a nuestros pacientes su uso para la mejora de múltiples dolencias.
El tratamiento debe realizarse siempre en la consulta del dentista y ha de ser adaptada por el odontólogo para que, antes de comenzar con la toma de medidas de la férula, este pueda realizar un buen diagnóstico y una valoración sobre la patología que padezca el paciente.
Lo habitual es realizar un screening, con el que se realizará la valoración, una exploración radiológica, y en el caso que sea necesario comenzar con la toma de impresiones de la boca del paciente y unas ceras que lograrán la dimensión pretendida de la férula.
Las férulas de descarga permiten lograr una oclusión estable y correcta
Dichas ceras y los modelos de la boca del paciente serán enviadas al laboratorio encargado de confeccionar la férula de descarga. Una vez lista se volverá a citar al paciente para realizar los ajustes necesarios.
La férula ha de estar perfectamente adaptada a los dientes del paciente sin que haya movimientos de balanceo. El dentista retocará la férula hasta que consiga una oclusión estable. Una semana después se volverá a revisar esta oclusión para comprobar que se realiza correctamente.
Gracias a la férula de descarga lograremos proteger los dientes del desgaste, la posición articular será más estable y el estado oclusal óptimo.
Seguimiento continuado para comprobar que la férula dental cumple su función
Los pacientes que utilizan férulas de descarga han de cepillarse los dientes siempre antes de colocársela y, al retirarla, tienen que limpiarla con un cepillo, agua y jabón.
Es corriente que durante los primeros días, aumente el flujo salival y se tenga una sensación anormal de anclaje al retirarla.
También es importante que, se realice un seguimiento por el dentista para comprobar que la férula cumple bien su función, de lo contrario no solo no estaría siendo ineficaz, sino que además podría traernos problemas de otro tipo.
Puedes solicitar tu primera consulta gratuita en Dental Suite en el teléfono: 601 29 41 47.
Suele producirse como consecuencia de un uso prolongado en el tiempo del chupete o en aquellos niños que tienen el hábito de meterse el dedo en la boca constantemente para succionarlo. Otras de las causas que pueden llevar al paladar estrecho, es la respiración por la boca cuando se tiene alguna dificultad de respirar por la nariz.
El paladar tiene una forma arqueada, formando parte del maxilar superior, si este es más estrecho de lo adecuado provoca que el techo del paladar se curve aún más y sea también angosto.
El problema llega cuando este estrechamiento genera problemas oclusivos, el más habitual el de la mordida cruzada, mordida lateral cruzada o dientes que salen en posición incorrecta. Todo esto hace que los más peques no gocen de una sonrisa bonita, pero además que no consigan comer con normalidad, tengan dificultades gástricas y un sinfín de consecuencias para la salud si no se trata a tiempo.
Sin embargo, si acudimos a la consulta del odontopediatra, el tratamiento es muy sencillo, evitando problemas mayores. Cuanto antes realicemos la visita al ortodoncista, más rápida será la solución y menores las molestias para los niños. Por eso la recomendación que hacemos desde Dental Suite Pinto, es que dicho tratamiento se inicie entre los 5 y los 7 años, ya que, al estar en fase de crecimiento, tendremos opción de ensanchar el paladar de manera mecánica, colocando un aparato conocido como disyuntor o extensor palatino.
El extensor se coloca en los molares posteriores, en el centro cuenta una pieza que permite efectuar una fuerza de empuje hacia ambos lados del maxilar superior, consiguiendo así que el hueso del paladar se vaya extendiendo de forma progresiva. Existen varias maneras de efectuar este tratamiento, pero nuestros expertos en odontopediatría recomiendan que se trate de un aparato de ortodoncia fijo, con una duración aproximada de entre siete meses y un año, en función de las necesidades de cada paciente. Como cualquier elemento externo, a lo largo de las primeras semanas los niños pueden notar algunas molestias, además de variaciones en el habla y alguna dificultad para comer, hasta que comiencen a acostumbrarse a él.
La gran ventaja es que los huesos que forman el paladar no están totalmente desarrollados, lo que permite este ensanchamiento de manera mecánica, restableciendo la medida adecuada del maxilar para que se desarrolle de forma óptima.
Con este procedimiento evitaremos que los niños tengan que utilizar posteriormente ortodoncias más complejas o cirugías que tardan mucho más tiempo en ofrecer resultados.
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